sábado, 1 de marzo de 2014

Serranito ofreció un bonito homenaje a Paco de Lucía


La fecha estaba señalada en el calendario. Victor Monge "Serranito" llevaba más de un año y medio sin subirse a un escenario, y gracias al buen hacer de algunos miembros del Círculo Flamenco de Madrid conseguimos incluirlo en nuestra programación. Lo cierto es, que con el golpe tan duro producido por el fallecimiento de Paco de Lucía, cabía la posibilidad de que el recital se suspendiera, pero Víctor no quiso defraudar, y saco fuerzas de flaqueza para dedicar su arte a su amigo, "al rey de todos nosotros" como él mismo dijo. Pidió un minuto de aplauso para su amigo y lo tuvo. Entre el público caras conocidas de la sonanta como Cañizares y Oscar Herrero.



Si hay una cualidad que pueda definir al maestro, esa es la armonía. De su guitarra salen notas que para muchos son desconocidas. Juega con el diapasón en toda su extensión, subiendo y bajando su mano izquierda en cuestión de segundos. Utiliza todos sus dedos, pero especialmente me llamó la atención el uso tan sutil que hace con su dedo meñique de la mano derecha. Sus trémolos y arpegios contienen una cantidad de música ilimitada.

Comenzó hecho un monojo de nervios y muy afectado por lo de su amigo. Su taranta le sirvió para quitarse esos miedos e ir poco a poco inspirándose. En la farruca comenzó a tener fluidez. Sublime anduvo en una composición de rondeña, seguiriya y bulerias. Su recital empezó a coger forma y a ser un manantial de armonía musical. Sentimiento expresado en cada nota. "No estoy al 100% físicamente, pero mi corazón si lo está". Y se notó. Siguió con diversas composiciones más y un final por bulerías cargado de emociones. Quien sabe si ésta fue su última vez sobre el escenario. Aunque su auto-exigencia le hiciera ser muy crítico con la actuación, nosotros sentimos y disfrutamos un recital muy especial lleno de sensaciones extrañas. La ovación final fue unánime. Orejas y rabo para el maestro.





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