lunes, 13 de mayo de 2013

La evolución de un gran cantaor


Dentro del ciclo Recitales en Ollerías de la Bienal malagueña, se presentaban la tarde del viernes en la sala de mismo nombre, dos de los artistas malagueños que más flamencura irradian en cada una de sus vertientes: Luis Perdiguero al cante y Chaparro de Málaga al toque. Perdiguero venía a presentar su último trabajo, en el que recrea formas flamencas con los versos del poeta antequerano José Antonio Muñoz Rojas.

Luis Perdiguero y Chaparro de Málaga

Si bien el recital si hizo algo corto, a Luis le dio tiempo a cantar una gran variedad de estilos, dejando patente su conocimiento. Además, a pesar de su juventud, este cantaor ha madurado su cante de forma extraordinaria. Cierto es, que siempre se ha caracterizado por ser un cantaor excesivamente visceral y de irrefrenable grito racial, pero en esta velada, dio una lección de como modular y de cuando sacar esa fuerza que atesora en su interior, sin duda, estamos ante un cantaor con grandísimas condiciones y que está siguiendo una línea ascendente muy interesante.



Conducido en todo momento por uno de los grandes de la sonanta de acompañamiento, como es Chaparro, Luis aportó a los diferentes cantes cada uno de los matices que los caracterizan. Quiso ser dulce en la malagueña de la Trini y fandango del Cojo de Málaga, y para ello puso el azúcar  En las alegrías no podía faltar sal de la bahía malagueña y el buen compás. Inconmensurable por soleá, donde se templo con la seguridad de los viejos, y en la que estuvo meloso a la par que desgarrador, ejecutando magistralmente estilos alcalareños y de la Andonda. 

Luis siempre expresivo

Chaparro de Málaga

Con la voz rodada y en su punto, nos deleitó con unos tientos y tangos, en los que estuvo sublime, dejando matices camaroneros en los tientos y recordando a Luis de la Pica a través de formas y letras creadas por El Torta en los tangos. Sin dejar ese buen momento por el que pasaba, interpretó unos jondísimos fandangos, recreando formas como las de Juan El Camas o El Canijo para cerrar la tanda a capela. Soberbio. Siguió desplegando el abanico de estilos que domina para llevarnos hasta Levante por taranto y taranta. Y puso fin a esta velada tan flamenca por bulerías, realizando estilos jerezanos, como los de la plazuela.

Luis Perdiguero y Chaparro de Málaga por fandangos:

               

Perdiguero sin micro

El recital estuvo perfecto, pero Luis no llegó a dar todo lo que tiene, le faltó algo más de motivación. Cierto es, que el público no ayudó a ello, ya que resultó algo frío. Por esto, quizás Perdiguero se guardó su mejor baza para otros menesteres, y dejó a más de un aficionao sin poder palpar la profundidad de su seguiriya.

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