lunes, 8 de julio de 2013

Argentina brilla mientras la bienal cosecha un nuevo fiasco

Fotografía: Pepe Portillo


Lo cierto es que la III Bienal de Arte Flamenco de Málaga no levanta cabeza, y no es porque no se programen buenos espectáculos, ya que ayer en el contexto costasoleño del Castillo Sohail se vivió una noche flamenca de alto nivel. Argentina ofreció un recital al alcance de pocos. Esta onubense de 29 años lo tiene todo para consolidarse como una gran figura del cante actual: afinación, compás, fuerza, conocimiento y una buena tesitura de voz. Estuvo arropada por un gran elenco artístico: José Quevedo “Bolita” al toque, José Carrasco a la percusión y Los Mellis y Torombo al compás.

Argentina durante su actuación en la bienal



A pesar de la escasa afluencia de público, Argentina no se desmotivó en absoluto y estuvo generosa, poniendo todo su empeño en cada cante. Comenzó por tangos destilando estilos con aromas a Cádiz, Granada, Triana y Málaga. Se notó la influencia de Naranjito en los cantes trianeros, así como la de Chano Lobato en aquella versión que hiciera del garrotín con cantes del Piyayo. Con un giro de compás por parte de José Carrasco pasamos del tango a la serrana en la que dejó constancia de su buen hacer en este difícil estilo del acervo flamenco. Siguió con sones jerezanos en forma de bulerías por soleá, donde estuvo especialmente brillante, con fuerza y llevando hasta la frontera del abismo el cante, arriesgando y buscando el pellizco. Recreó estilos de Antonio La Peña, Frijones o Juaniquí. Siguió con una milonga a la que dotó de matices personales, al igual que a los abandonaos, donde recreó estilos lucentinos y una jabera en la que jugó con la velocidad, llevándola hasta el ritmo del verdial en algunos tercios y ralentizándola en otros. No quiso olvidar al maestro iliturgitano Rafael Romero e interpretó la caña y el polo con maestría y matices propios.

Argentina y José Quevedo "Bolita"
Argentina con Los Mellis y El Torombo

Continuó por el sendero de lo oscuro para adentrarse en el mundo de la seguiriya, donde no dio todo lo que exige este cante, y no porque ella no lo tenga, sino porque no arriesgó para dar ese plus que exige el cante trianero de Antonio Cagancho y otro estilo de corte jerezano. No ocurrió así con el cierre atribuido Juan Junquera, en el que estuvo sublime, llegando a tonos altísimos. Magistral Bolita sacando sonidos aterciopelados de cada nota.

En su viaje por el cante, Argentina nos transportó hasta Cádiz con sus romeras y cantiñas. Aceleró un poco más el compás para sumergirse en el terreno de la bulería demostrando un gran dominio de los tiempos y de los estilos. Inspirada y serena en los versos de Manuel Molina y desgarradora en los cantes de la plazuela.

Argentina y Bolita

De lo profundo del flamenco pasó a la canción aflamencada con las versiones de Alfonsina y el mar de Mercedes Sosa y María la Portuguesa, copla que inmortalizó Carlos Cano y que la onubense pasó por el tamiz de la bulería. En ambas versiones demostró una gran versatilidad para cantar lo que le echen. Quiso despedirse con los sones de su tierra, en los que es una verdadera especialista. Estuvo soberbia acordándose por momentos del maestro Toronjo, e intercalando los fandangos de su tierra con uno a la forma de Cepero. El escaso público que asistió al recital vibró y disfrutó del cante de Argentina, y despidió a los artistas con una larga y calida ovación.

Argentina por tangos y serrana en la Bienal de Málaga:


A pesar del disfrute de los aficionaos y del buen hacer de los artistas no podemos esconder que esta bienal está siendo un pleno fiasco, y habrá que estudiar cuales son los motivos de este fracaso, ya que ni llega a los aficionados malagueños, ni lo hace tampoco con los turistas que estos meses pueblan la provincia de Málaga. Ya se sabe que quién no comercia con marketing sólo puede vender según precio.


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