miércoles, 24 de octubre de 2012

Flamencos de Utrera...o mejor dicho de Sevilla

  Soy de la opinión de que los espectáculos flamencos no deberían de ser gratuitos, ya que perjudica a los aficionaos que siempre están ahí, en beneficio de los oportunistas que solo van a estos eventos cuando son de gorra. Por un simbólico precio llenas el recinto igualmente, y con verdaderos aficionaos. Ademas la organización dejó algo que desear, ya que en ninguno de los carteles oficiales del evento venía que había que reservar la entrada vía telefónica, la única información que había era que el espectáculo era gratuito y que las entradas se recogerían dos horas antes del evento.

  Como siempre, me acompañó la fortuna y gracias a una de las numerosas reservas que se hicieron en balde, pude asistir al evento. ¡Y que suerte la mía! Porque el elenco de artistas era de categoría, con Antonio Moya a la guitarra; Mari Peña, La Tana, y Juan José Amador al cante; y Carmen Ledesma al baile. El espectáculo pertenecía al ciclo Flamenco en Otoño organizado por la Diputación de Málaga, y llevaba por título Flamencos de Utrera, aunque había mas artistas sevillanos que utreranos.

  Se abría el telón, con todos los artistas sobre el escenario haciendo Bulerías por Soleá a compás, comenzó la Mari a la que le siguió la Tana y a ésta Juan José Amador, al que tenía muchas ganas de ver en directo. Todo este cante aderezado con el baile de una flamenca de categoría, la señora Carmen Ledesma. Desde que abrió la boca Mari Peña hasta el ultimo movimiento de Carmen mi bello se mantuvo erguido, electrificado por el arte y la energía que había sobre el escenario.

  Tientos con remate por Tangos fue lo que escogió Mari Peña para volver a emocionarme, su voz es fina como una aguja, y se te clava con la misma facilidad que lo hacen éstas. Acompañada por su marido, meció el cante lentamente, llevándolo a su forma de decir, a su manera.

Mari Peña y Antonio Moya

  Le tocaba a la Tana pasar por caja, y se despachó a gusto, o mejor dicho con gusto. Por Levante se fue, y lo hizo con ese rajo gitano que tiene en su garganta y en sus venas, ¡que metal de voz! Comenzó por Taranta recordando a Vallejo, y siguió con dos cantecitos del Cojo de Málaga por Taranta, lo que algunos llaman Levantica. Estuvo impecable en su interpretación demostrando ser una de las mejores voces por estos aires en la actualidad.

La Tana
  Llegó el momento mas ansiado para mí, ver actuar a Juan José Amador, y es que durante mucho tiempo se viene diciendo que es uno de los mejores cantaores de la actualidad. Con estas expectativas solo pude acrecentar más el chasco que me lleve al escucharlo. Lo cierto que en las Bulerías por Solea de inicio me gustó bastante, tiene un metal muy bonito y un gran compás. Pero la Seguiriya que nos brindó, eso sí, con la majestuosa guitarra de Antonio Moya, fue inocua para mis sentidos y para mi gusto. Salió con un cante de Tomas (Se te logró el gusto), continuó con un cante de los Puertos (Y a mi hermano mataron) y cerró  por cabal. Estas seguiriyas fueron dedicadas al gran maestro del baile malagueño Tío Carrete.

Juan José Amador

  A compás de Tangos todos los artistas volvieron a hacer presencia en el escenario, era el turno de la Tana de nuevo, que demostró ser una gran festera, acordándose de Pastora, Camarón, de Granada...El público lo agradeció con un caluroso aplauso.

  El protagonismo ahora se centraba en la bailaora Carmen Ledesma, que con el cante por Soleá de Juan José hizo las delicias de los buenos aficionaos. Ser Flamenco no es algo que se elija, ni que se compre en el mercadillo, es algo mas complicado, se nace o no se nace. Cierto es, que a diferencia del cante, que, o naces sabiendo cantar, o la llevas clara, en el baile y la guitarra se puede llegar a aprender la técnica y ser un gran profesional, pero al fin y al cabo si no naces Flamenco no trasmites igual. Por desgracia para mi, escasean bailaores que me transmitan, pero por suerte no era el caso de Carmen, que posiblemente sea la que más me ha emocionado de cuantos bailaores he visto. Lo que empezó por Soleá acabó por Bulerías y con un gran aplauso del público.

Carmen Ledesma
  Por fin viajamos a Utrera, donde nos trasportó Mari Peña haciendo las Cantiñas de su tío bisabuelo Pinini, siempre con su forma personal de hacer los cantes. Esto unido al gran gusto de Antonio en el acompañamiento hicieron de este cante uno de los mejores momentos de la velada flamenca.

  Como suele ser costumbre, para cerrar esta actuación todos los artistas interpretaron unas Bulerias. Los duendes hicieron acto de presencia en el escenario con el cante de la Tana y el baile de Carmen, de los mejores momentos de la noche sin duda. Igual pasó con el cante de Mari, que aparte de los aires de Utrera-Lebrija hizo unas cuplés pa comérsela. Carmen fue la protagonista final de toda esta amalgama de arte que había sobre el escenario, y al término el público no pudo hacer mas que levantarse y ovacionar a los artistas con un largo aplauso. Una noche para el recuerdo con estos Flamencos de.....Sevilla.

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