sábado, 4 de mayo de 2013

Agustín El Gitano, un "salvaje" del cante jondo.


Agustín El Gitano es el nombre artístico de Agustín Núñez Fernández, cantaor gitano nacido en la ciudad malagueña de Estepona en 1920, y fallecido en la capital costasoleña en 1991. Se crió en el Campo de Gibraltar, entre La Línea y Los Barrios, donde tenía a parte de su familia. En la década de los 60 se marchó a Madrid a buscarse la vida en los tablaos de la época. Se codeó con grandes artistas, especialmente con su primo (o al menos así se llamaban entre ellos) Antonio El Chaqueta. Terminó su carrera artística en Málaga, donde frecuentaba la Peña Juan Breva, las ventas de los montes o el bar Reyes.

Agustín El Gitano, Agustín de las Flores,
 Pepe Fernández, El Tembleque y el Tiriri.
 Archivo Peña Juan Breva.

Su personalidad era muy fuerte, sólo le gustaba relacionarse con gente de su confianza. Estando en la peña Juan Breva un día, vinieron a actuar un grupo de artistas, entre los que se encontraba un antiguo compañero suyo, con el que había compartido escenario durante mucho tiempo en el tablao de Las Brujas, este cantaor le mostró un gran interés, y le pidió en numerosas ocasiones que se echara un cantecito en la juerga posterior a la actuación, pero Agustín no bajó al colmao y se quedó toda la noche en la barra con la única compañía de una botella, rarezas de artistas. Otras veces, llamaba a su “sobrino” Gitanillo de Vélez a las tantas de la mañana y le decía: “sobrino, estoy aquí sólito en la Peña Juan Breva, necesito tu cariño”, a lo que Luis cogía su guitarra y aparecía por la peña, para darle esos "bordonazos" que tanto le gustaban a Tío Agustín, y con los que podía desahogar su alma cantando hasta las claras del día, sin necesidad de público, expresando su cante de la forma más primitiva posible. Fue de esos cantaores que prefirió el cuarto de cabales o las juergas de señoritos antes que los grandes escenarios o tablaos.

Agustín y su señora en la taberna El Pimpi.
Archivo Paco Fernández

Su cante se aleja drásticamente de la escuela malagueña, ya que donde se desarrolla como artista es en Cádiz, y posteriormente en Madrid. A pesar de su línea estilística, más cercana a los cantes “gitanos” fue un cantaor largo, así lo constatan sus grabaciones. En Agustín todo era personal; su voz, su cante y hasta su peculiar forma de ser, lo que lo convertían en un cantaor diferente y reconocible con sólo haberlo escuchado una vez. Poseía un torrente de voz que sólo unos pocos a lo largo de la historia del cante han tenido. Los tercios emanaban de su garganta y pulmones con una potencia y una rabia sin parangón.

El Galleta, Enrique Naranjo y Agustín. 
Archivo Paco Fernández.

Su cante bandera fue sin duda la seguiriya. La personalidad de Agustín se ajusta a la perfección a la idiosincrasia de este cante, si a esto le sumamos su extraordinaria facultad, tenemos como resultado a un seguiriyero de excepción. Desgarrador, un auténtico bestiajo.

Agustín haciendo seguiriyas del Marrurro acompañado por Enrique Campos:


Otro de los cantes que hizo suyo fueron los fandangos, donde tuvo dos referentes, a los que conoció personalmente, Antonio el de la Calzá y Macandé. Basándose en el cante de Antonio recreó unas formas propias por fandango. Al de Macandé le imprimía un salvajismo inusitado, posiblemente fuera ésta, una característica en la forma de interpretar de aquel "loco".

Fandangos Macandé, al que conoció, y que al parecer era familiar de Agustín. A la sonanta Gitanillo de Vélez.

Fandangos de la Calzá a la manera de Agustín con la guitarra de Gitanillo de Vélez:


Buen interprete fue también de bulerías y alegrías, donde la influencia gaditana predominó en su forma de ejecutar los cantes, supo aportarle el buen gusto y el compás necesarios a estos cantes.


Bulerías gaditanas. A la guitarra Gitanillo de Vélez:

Alegrías lentas de Cádiz. A la guitarra Gitanillo de Vélez:



Otro estilo donde destaco de sobremanera, fue en las bulerías por solea, donde su fuerza y buen compás le hacían ser un especialista en este menester:

Bulerías por soleá. A la guitarra Gitanillo de Vélez:


Además de en estos cantes, dejo constancia de su buen hacer en saetas, tangos y cantes de levante como malagueñas, granaínas o tarantas. Sin duda, Agustín no dejó indiferente a nadie, todo en él era distinto, salvaje y primitivo. El 25 de enero de 1985 se le tributó un homenaje en la antigua estación de Renfe, donde estuvieron presentes para colaborar artistas de la talla de Pepe de Cañete, Fosforito, Rancapino, Pansequito, El Bolo o el recientemente fallecido Manuel Mairena entre otros. Para cerrar esta entrada, os dejo con un vídeo de Agustín en dicho homenaje.

Agustín El Gitano cantando por soleá y acompañado a la guitarra por Juan El Africano (Vídeo: archivo de Víctor Durán Vargas):







9 comentarios:

  1. Hola Rufo, magnífica semblanza de Agustín. Efectívamente este cantaor iba mucho por Cádiz, conoció a Macandé, (para mi la versión de él, es la que más me gusta) y las bulerías que publicas son de Ignacio Espeleta.

    Juan Villar, me dijo una vez que era uno de los mejores que había escuchado cantar por seguiriyas. Estuvo parando mucho tiempo por La Venta de Vargas y por La Cueva del Pájaro Azul. Es uno de mis cantaores preferidos, sin duda alguna. Un fuerte abrazo, figura

    ResponderEliminar
  2. Buenas Antonio, te agradezco que complementes con más datos la figura de Agustín. Aunque no lo he querido comentar, para no generar polémica, he de decir que muchos a los que he preguntado sobre Agustín afirman que es "el que mejo ha cantao por seguiriya". Para mí es uno dce los mejores por ahí, sin duda.

    Gracias por comentar. Un abrazo.

    Pd: hay "uno" que hace la versión de Macandé mejó que nadie, sabes a quien me refiero. Pero de los que la grabaron, junto con la de José (que es más personal) es la mejor.

    ResponderEliminar
  3. Haces bien, Rufo, dejando de lao frases como "el que mejó ha cantao por...". Haces mal usando adjetivos como "bestiajo", "salvaje", etc. Puñeta, que estamos hablando de artistas! Agustín me ha causado buena impresión y con tu permiso publicaré más adelante alguno de sus fandangos. El de Macandé lo hace muy bien, pero me inclino por el Antonio el de la Calzá. El de Macandé es que es mu bonito, mu bonito. Por cierto, ¿quién fue el primero en grabarlo? Según la discografía que manejo pudiera ser El Carbonerillo, pero ignoro si hay alguno que se le adelantara. Saludos cordobeses

    ResponderEliminar
  4. No me parecen malos calificativos los que he usado. Cuando hablas con la gente que convivió con él, los utilizan con mucha frecuencia, y al escucharlo salta al oido que es un bestia cantando. Su volumen natural de voz era realmente alto. Al perecer había sitios donde le era imposible cantar sin que aparecieran los serenos. Por otro lado creo que extrapolando a otros géneros musicales, adjetivos como salvaje son aplicables desde Deep Purple a Pavarotti, de hecho se dice que los cantantes de öpera italianos son muy "salvajes".

    Puedes publicar cualquiera de los cantes que aquí pongo. Si quieres tengo más grabaciones por fandangos de Macandé y Calzá de Agustín, así que sólo tienes que pedirmelo.

    Ya te digo que de discografía y fechas de grabación voy pegao. Pero yo tengo el de Carbonero como el primero, ya que imagino que las versiones de Angel o Flores son posteriores a esta.

    Un saludo Andrés.

    ResponderEliminar
  5. Muy interesante. Magnifico documento.
    Enhorabuena.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  6. Gracias Mari Carmen, siempre atenta.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  7. Enhorabuena. Los pocos "emepetrés" que he escuchado de Agustín, me han tocado directamente las cuerdas de mis tripas. A mí sí me gustan ese tipo de adjetivos (sin ánimo alguno de discutir con el maestro Andrés, que sé que tiene talante suficiente para admitir una opinión contraria). Aleu Zuazo (en Flamencos de La Isla en el recuerdo) dio una explicación muy convincente para especular el porqué del sobrenombre de María Borrico, y lo basaba en la importancia "bestial" que antaño tenía la bestia, y en el caso de San Fernando las mulillas de salinas, de la huertas y esteros.
    Respecto del fandango de Magandé, de los oídos por mí, me quedo con el de Agustín y el del Álvarez. Gracias por tu bonita entrega.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  8. Muchas gracias Javier. Era un cantaor visceral sin dudas, de mucho carácter e indomable. Me alegra que te haya gustado este recordatorio de Agustín. Hay muchos cantaores que se han curtido en los cuartos y no han tenido la transcendencia que por arte les correspondía. Seguiremos sacando más cositas de algunos de ellos.

    Un abrazo amigo.

    ResponderEliminar
  9. Me dio mucha alegría ver a mi padre (Pepe Fernández) entre tanto artista. Un abrazo!

    ResponderEliminar