miércoles, 1 de mayo de 2013

El cante de jabegotes (II): exposición final

Después del primer artículo, donde expuse algunas citas bibliográficas y testimonios de estudiosos acerca del cante que nos atañe, vengo a dar fin al tema con una serie de referencias históricas que he ido recopilando en un principio para satisfacer mi curiosidad, y ahora para compartirla con vosotros. Lo cierto es, que mi interés sobre este cante nació de la incapacidad de encontrar respuesta a algunas cuestiones. Por más que preguntaba a los que defendían que los jabegotes cantaban, no conseguía obtener más que una mera hipótesis personal acerca de la cuestión, nadie podía ofrecerme un documento donde dijese que este gremio de pescadores tenía por costumbres cantar en sus labores. Tampoco conseguí que nadie me aportara nada acerca de que este tipo de cante estaba en el repertorio de Joaquina Payans, La Chilanga, La Brigida o La Chirrina, aunque por otro lado, mantengo que tampoco debemos infravalorar la tradición oral, puesto que se trata de testimonios directos de los hechos en cuestión.

Jabegotes realizando sus faenas (1910)


En primer lugar, mi preocupación ha sido encontrar documentos que acrediten que los jabegotes cantaban, y después, intentar dilucidar si eso que cantaban podía tener algo que ver con el cante que actualmente recibe tal nombre en el repertorio flamenco.

Iré aportando los documentos de forma cronológica:

-Esta referencia ya es conocida por todos, pero no por ello quiero restarle la importancia que merece. En 1841, Karol Dembowski publica  Deux ans en Espagne et en Portugal, pendant la guerre civile 1838-1840, donde relata una fiesta en las playas malagueñas. Su cita es la siguiente:

"Uno de ellos acompañaba rasgueando la guitarra las coplas de la playera, canción de la que son apasionados los moradores de la playa, que hombres y mujeres cantaban alternativamente marcando el compás con el chocar de las manos, lo que se llama el palmoteo...se bailaba por parejas".

Como sostienen muchos estudiosos, entre ellos Antonio Gómez Alarcón, la playera toma dos vertientes, una que deriva del propio significado de la palabra, y que hace mención a los cantes propios de la gente de la playa, y otra, posiblemente posterior que alude al cante por seguiriyas por degeneración de la palabra plañidera. Karol por la descripción que de la playera hace, parece aludir a algo alegre y jocoso, alejado del mundo de la seguiriya o plañidera, que por otro lado en las fechas mencionadas probablemente no estaba siquiera definida. Con respecto a este tema merece la pena echar un vistazo a una entrada del Afinador de noticias, y al comentario que deja el estudioso Guillermo Castro. http://elafinadordenoticias.blogspot.com.es/2011/09/playeras-de-playa-o-planidera.html

-En 1858 (Museo Universal) encuentro otra alusión a la playera, en la vertiente que antes indicaba. El artículo versa sobre Vicente Bellini, y lo firma el periodista y abogado Pio Gullón (Astorga 1835-1917). Este es el texto que extraigo de dicho artículo:


Museo universal (15/02/1858)


De nuevo se sitúa a Málaga como escena de la playera, y a ésta como algo propio de la playa y su entorno, por lo que vuelvo a insistir en mi creencia de que esta playera tampoco tiene nada que ver con la seguiriya.

-El siguiente recorte es conocido por los que hayan leído mi primera entrada dedicada al jabegote, pero considero que tiene bastante peso como para omitirlo en este artículo. 


Diario Avisos (01/09/1909)


Como comentó Faustino Nuñez cuando publiqué por primera vez este recorte, podemos distinguir dos lecturas posibles en este texto. Por un lado que los cantes se sustituyeron unos por otros, es decir, las playeras sustituyeron a los jabegotes como denominación; o bien, hace referencia al cante y las personas que lo cantaban: las playeras cantadas por los jabegotes...En cualquiera de los casos, relaciona a los jabegotes con un cante que ya se tenía constancia que se cantara en las playas de Málaga. Además, este texto es la primera referencia que he encontrado en la que se vincula el arte flamenco con los jabegotes o con sus cantes.

A continuación, expongo una serie de textos en los que distintos escritores y costumbristas confirman que entre otras cosas era habitual el cante en este gremio de pescadores.

-Jose Carlos Bruna (Málaga 1840-1927), escritor y cronista, nos deja en 1915 (fecha de publicación) un soneto titulado El Jabegote:


Hojas Selectas (03/1915)


En este soneto, Bruna describe de forma breve la vida del jabegote, y deja constancia de que entre otras cosas cantaban.

-Federico Garcia Sanchiz (Valencia 1886-1964) fue un escritor y periodista que se dedicó a dar conferencias por todo el mundo, su temática se centraba en la cultura, donde llegó a realizar exposiciones sobre flamenco. En el siguiente artículo, nos relata una conversación entre dos personas acerca de gente de la mar:


La Esfera  (02/09/1916)


En el recuadro rojo podemos observar como uno de los personajes, hablando sobre los jabegotes, afirma que éstos se animaban cantando durante sus faenas. Otra constancia más de que estos hombre de mar cantaban.

-En agosto de 1928, un tal Eladio ¿Guzman? firma un artículo que versa sobre el barrio de la Pescadería almeriense, zona de pescadores y jabegotes. Pues bien, Eladio también deja testimonio de que éstos cantaban:

El Diario de Almería (23/08/1928)


-Narciso Díaz de Escobar (Málaga 1860-1935), poeta, escritor, historiador y coleccionista entre otras cosas, en un artículo para el diario La Libertad (Diciembre 1929) relata la dura vida del jabegote, y hasta en dos ocasiones menciona menciona que éstos cantaban:

La Libertad (12/1929)



Hasta ahora, lo expuesto si parece dejar muestras de que estos personajes malagueños cantaban durante su labor, además se ha citado el cante de playeras ubicado en las playas de málaga e interpretado por sus gentes, aunque sin conocer su música.

Ahora voy a exponer una serie de recortes, que aproximan más este cante de los jabegotes al fandango, y que le dan mayor peso a que el cante objeto de estudio pudiera derivar de los que hacían estos pescadores.

-En 1933, Antonio Chacón Ferral (Jerez de la Frontera 1886-1936), escritor, andalucista y estudioso flamenco, publicó un artículo donde hacía una crítica al anteriormente mentado García Sanchiz, y dentro de esa crítica podemos leer lo siguiente:


El Heraldo (1933)

Chacón, alude a un tipo de fandanguillo propio de las gentes de La Caleta y El Palo, al que llama Cantes de contrabandistas del mar. Contrabandistas habría, pero La Caleta y El Palo son el centro neurálgico del jabegote por excelencia, y por tanto sus gentes son ellos.

-En marzo de 1935, un tal J. Barón firma un artículo para España marítima y pesquera titulado Estampas de mi pueblo. No deja de ser curioso como también habla de fandanguillo como cante de jabegotes, pero lo más curioso es que ahora nos situamos en el Zapillo, barrio de pescadores en la ciudad de Almería.

España marítima y pesquera (03/1935)

Parece que los jabegotes almerienses también tenían por costumbre cantar, y como vemos sobre la base musical del fandanguillo de Almería, es decir, con compás abandolao o verdial. 

-También en 1935, el periodista Manuel Soriano Martín escribe un artículo donde da su "particular" visión del cante flamenco, que no es otra que situar a Almería como el eje vertebrador del flamenco. Pero es curioso como se vuelve relacionar al jabegote como portador del fandanguillo, en este caso de Almería a Cádiz. Habría por tanto tener en cuenta la aportación almeriense a estos cantes, aunque la referencia de los pescadores de esta zona es bastante posterior a las que encontramos en Málaga, no por ello, podemos dejar de tener en cuenta que estamos hablando de un gremio común, y que las distancias entre una y otra provincia son pequeñas, por tanto, podemos suponer unas costumbres y hábitos parecidos, ademas del posible trasiego de pescadores, tampoco quiero dejarme la provincia de Granada, en la que posiblemente los pescadores jabegotes también tuvieran por costumbre canturrear (¿fandanguillos de grana?).

La crónica meridional (04/12/1935)


Sumando todo lo expuesto en este artículo, a la tradición oral que de estos cantes se tiene, me sigo inclinando por pensar que el origen de este palo está en la costa malagueña, o por lo menos aquí fue donde pasó al repertorio flamenco. Es una lástima que no tengamos (al menos yo) referencias (textuales) de que La Chilanga o la Payans hicieran estos cantes.

Ambiente flamenco en las playas de El Palo. Principios de siglo.


Para finalizar, y posiblemente fue esto lo que me llevó a decidirme por escribir el artículo, os dejo para que "disfruteis" la primera grabación que de esta melodia se tiene. He de decir que yo la desconocía, y fue gracias al estudioso Antonio Gómez Alarcón que pude saber de su existencia, a él le llegó a través de Salvador López, una autentica enciclopedia de la discografía antigua, pero Antonio la tenía en cinta de casette, por lo que lo tenía jodido para poder subirla. Quiso la suerte, que me topara con Tío Luis Soler, quien también me habló de que había realizado alguna charla sobre este cante, que según me cuenta es de 1898. Fue Pepe Aguilera, otro buen aficionao, el que me pasó la grabación digitalizada. El cantaor en cuestión es Paco el de Montilla, cordobés, conocido por haber sido uno de los primeros cantaores en grabar, y destacado en cantes por serrana, malagueñas, guajiras o soleares. He de decir que el sonido es lamentable, similar a una cacofonía, pero puede apreciarse perfectamente la melodía en cuestión, así me lo han confirmado todas las personas a las que le he enviado la grabación para que me dieran su opinión. Opinen ustedes:


Paco el de Montilla acompañandose a sí mismo por malagueñas (1898):






10 comentarios:

  1. Acabo de leer tu artículo. Acabo de oír el audio que lo acompaña. He sacado mis propias conclusiones, pero no te las traslado porque no quiero pillarme las manos. Espero a que antes opinen los expertos.

    ResponderEliminar
  2. Todas las opiniones son bienvenidas, cada uno saca sus conclusiones y todas me parecen válidas aunque no las comparta, pero de eso se trata, de hablar de cante, de indagar y de aportar ideas, hipótesis o pensamientos.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  3. Rufo, te hado llegar un comentario firmado por RAFAEL CHAVES:

    "Estimado señor

    Ante todo permítame que me presente, mi nombre es Rafael Chaves Arcos y es la primera vez que participo. Leo su magnífica entrada sobre los jabegotes y tengo que apuntar algunas consideraciones importantes en cuanto a la grabación aludida de Paco el de Montilla .
    Antes de nada querría decirle que hace poco ha salido a la luz un libro del que soy principal autor sobre los cantes de las minas, cuyo título es “Los Cantes Mineros a través de los registros de pizarra y cilindros”. Perdone la inmodestia de la autocita, pero es precisamente al tratar la taranta atribuible a Concha La Peñaranda (págs. 281 a 289) lo que motiva este comentario, pues son relevantes los datos que expongo en cuanto a este registro que Ud. menciona de Paco El de Montilla. Son algunos aspectos que me gustaría señalar, y que, para mi alegría, reafirman bastantes de los postulados vertidos sobre este punto en mi libro.
    Primeramente le diré que lo que canta Paco El de Montilla es una letra muy parecida a ésta (y conste la dificultad de desentrañarla, pues prácticamente, y como usted dice es “una cacofonía” lo que se oye):
    Así, lo que canta Paco de Montilla debe ser una copla similar a ésta:

    “De pasearme en la playa
    Acababa yo de volver
    De pasearme en la playa
    Y me encontré a mi morena
    Y el castigo que a mí me daba
    Y el castigo que a mí me daba”

    Es cierto, como Ud. dice que el tercio álgido y propio de los jabegotes recae en “Y me encontré a mi morena”, si bien los tercios de inicio son melódicamente distintos al jabegote que grabó Antonio de Canillas, que aprendió de El Niño de Las Moras y éste, al parecer de Los Escoboneros y ciertos marengos. Lo que yo vengo a incidir es en la intención de los tercios de inicio que están claramente más asimilados con la propia malagueña de Concha La Peñaranda (“Ni quién se acuerde de mí...”), y esto se ratifica en el hecho de que también tienen cierta relación (en esos mismos grados o tercios aunque menos), con lo que en el libro he dado en llamar “cartagenera de Chilares” (págs. 59 a 68), y que una antigua cantaora llamada Antonia La Malagueña remata en otro cilindro de cera precisamente con la malagueña que aquí remata Paco el de Montilla = la Malagueña de El Niño de Tomares (discípulo a su vez de La Peñaranda), y a la cual también me he atrevido a intentar sacar algo parecido a la copla original que debió interpretarse, que quizá contenga cierta unidad temática con la anterior:

    “Si tú no tienes motivo
    ¿A qué tanto de mí hablas?
    Si tú no tienes motivo
    Para presumir a las claras
    Lo que has hecho conmigo
    Faltas cada vez que me paras”

    La conclusión podría ser que del paso de Concha La Peñaranda por Málaga, recrearía a través de unos jabegotes muy próximos a éstos (de La Brígida, Joaquina Payáns, María La Chilanga, Luisa La Chirrina u otros cantaores/as coetáneos) su propia malagueña con la que posteriormente reelaboraría su taranta.
    Hago hincapié en la más que posible relación entre Chilares (cantaor almeriense con querencia a tierras murcianas) y la propia Peñaranda, cantaora unionense con gran influencia malagueña.
    Por otro lado la cartagenera de La Peñaranda, que presentamos por primera vez en este libro (págs. 98 a 102) tiene mucha relación con esta malagueña de remate debida a El Niño de Tomares y que además de Paco el de Montilla, grabaron entre otros Antonia La Malagueña y El Niño Ríos.
    (Nota: con respecto a estas grabaciones de Paco el de Montilla le apunto se realizaron hacia el año 1898 en cilindros de cera, y de lo que podemos estar seguros es de lo que se dice como presentación a las mismas: “¡Malagueñas cantadas y acompañadas por Paco el de Montilla, impresionadas por el Señor Regordón en la Fonda de Oriente en Córdoba!”).".

    ResponderEliminar
  4. Estimado Rafael Chaves, agradezco su intervención en el blog. Modestamente sigo creyendo que los dos primeros llevan la cadencia melódica del actual jabegote, aunque por el mal estado del audio, no puedo asegurarlo. Por otro lado, no pongo en duda su interpretación, puesto que usted ha realizado un trabajo exhaustivo sobre ésta y otras muchas grabaciones, y lo considero bastante más capacitado que yo. De lo que comenta usted acerca de La Peñaranda y su relación con el jabegote, aquí en Málaga hay algunos estudiosos que sostienen que el cante de Concha es una especie de cante de jabegotes ralentizado, es decir, hecho malagueña (entiéndase por lo que conocemos actualmente). Tengo mucha lectura pendiente, pero cuando pueda me pondré al día con el magnífico trabajo que han llevado a cabo usted y Norman.

    Reciba un cordial saludo.

    Rufo.

    ResponderEliminar
  5. Yo creo que en el primer cante aparace el desarrollo melódico básico del jabegote y fandango de Paquillo el del Gas. Para mí el cuarto tercio es muy clarificador. ÁLVARO DE LA FUENTE ESPEJO.

    ResponderEliminar
  6. Eso parece Álvaro, pero, ¿estaría el origen de este cante en los jabegotes malagueños? Yo pienso que sí, pero no tengo la certeza absoluta.

    Un saludo y gracias por intervenir.

    ResponderEliminar
  7. La letra alude a la playa, luego parece más relacioná con Málaga que con Granada. Que esté etiquetada como malagueña no dice nada. Por aquellos años, por ejemplo, se grabaron varios cantes lucentinos que aparecían como granaínas, como rondeñas. En cuanto a los testimonios literarios que das, no me parecen convincentes. Que las gentes del Palo y Pedregalejo cantaran pudiera ser tan cierto como que también lo hace mi vecina del tercero mientras plancha, lo cual no indica que esté creando ningún estilo de cante. Hay que seguir buscando. Si el montillano lo grabó, ¿por qué no iban a hacerlo otros de su época o inmediata posterior? En fin, saludos cordobeses

    ResponderEliminar
  8. Por partes:

    Que esté etiquetada como malagueñas, no es sentencioso, pero de ahí a decir que no significa nada, hay un trecho, y grande. Por otro lado, si sabemos que el segundo cante que hace es una malagueña, y si dice que esta cantando por ahí, y en plural, habrá que darle algo de credibilidad a que la primera también es una malagueña.

    Por otro lado, las referencias que aporto, son en principio de una serie de periodistas o escritores que recogen las costumbres de este gremio, y todos aseguran que cantaban durante su labor. Osea que este gremio cantaba por costumbre, lo mismo que como dices podía hacer tu vecina, y al igual que ella, los pescadores no eran profesionales, ni mucho menos, pero pudieron inspirar a "algún" artista a desarrollar un cante con esa temática, y con cierto parecido a la melodía que usaban estos marengos, que probablemente sería una melodía de algún verdial campero. Después, en un artículo, el señor Antonio Chacón rebate a García Sanchiz el hecho de que éste considerara como únicos fandangos los de huelva, y le dice en contestación: "¿por que no ha preguntado de estas cosas (fandanguillos) a las gentes del Palo y la Caleta?", osea que asume la existencia de un tipo de fandanguillo propio de esta zona malagueña, que sin duda era la capital del jabegote. Las referencias almerienses también me parecen significativas.

    Para terminar, y no me canseré de decirlo, la tradición oral me parece muy importante, y precisamente viene a constatar lo expuesto. Todavía se le puede preguntar a Antonio de Canillas por el Niño de las Moras y como aprendio este cante de él. También a Don José Luque Navajas, quien compartió muchos momentos con Adolfo El Cuchillero, y quien también dejó testimonio de los mismos.

    De la adjudicación granadina de este cante, hay menos constancias, y por ello me sigo inclinando por un origen malagueño, como incluso algunos estudiosos granadinos sostienen. Insisto en que cantar un estilo con una letra granadina, no lo hace oriundo de allí.

    Otro día, intentaré hablar de los matices musicales que pudieran diferir entre la versión malagueña y la granadina.

    Un saludo, y gracias por comentar.

    ResponderEliminar
  9. Desde la Biblioteca de Catalunya, en Barcelona, nos atrevemos a sugerir que el nombre que suena en el cilindro es el de REGORDOSA y no REGORDÓN. El señor Ruperto Regordosa Planas parece que se desplazó a Andalucía con su fonógrafo para grabar a los mejores músicos de flamenco. Hizo lo propio también en Barcelona y Tiana, población donde grabó los tres únicos cilindros que impresionó Isaac Albéniz. Su colección de cilindros comprende recitados, ópera, zarzuela y otros géneros, como el flamenco. Está digitalizada y disponible para los usuarios que deseen consultarla o grabarla. Estos cilindros de flamenco están descritos en nuestro catálogo en el enlace: http://cataleg.bnc.cat/search~S13*cat/.

    Agradeceremos mucho cualquier aportación documental sobre la historia de estas grabaciones.

    Saludos cordiales,

    Margarida Ullate i Estanyol
    Biblioteca de Catalunya
    mullate@bnc.cat

    ResponderEliminar
  10. Mi pequeña aportación a la cuestión sobre el origen de los jabegotes se encuentra en confirmar que el cilindro que se escucha en esta entrada de Paco el de Montilla es una copia del original grabado por Ruperto Regordosa y que se encuentra en la Biblioteca de Cataluña. En el original se distingue claramente la letra y la melodía, y en menor medida el acompañamiento guitarrístico.
    Junto a este cilindro grabado como "Malagueña" se encuentra otro con el título "Malagueña estilo Juan Breva" que también presenta una melodía y métrica muy similar al primer cilindro.
    Sobre la cuestión de la colección Regordosa y los 15 cilindros de cera que este empresario catalán grabó y coleccionó, recientemente lo he reseñado en el blog: http://flamencocatalan.blogspot.com.es/2016/05/repertorio-flamenco.html
    Gracias por la información. Un saludo!

    María Jesús Castro

    ResponderEliminar