lunes, 22 de julio de 2013

Remedios Amaya y Jesús Méndez coronan el festival flamenco de Casabermeja

Por segundo año consecutivo el Festival de Cante Grande de Casabermeja mantuvo el formato que reune a todos los artistas en el escenario en la segunda parte del espectáculo, y que de alguna manera lo hace más llevadero. Los aficionaos están hartos de infumables festivales de verano hasta las claras del día. En su 42 edición, el evento contó con una representación artística de muy alto nivel a la que los aproximadamente 600 espectadores que llenaron el polideportivo Antonio Sánchez Fernández respondieron con el más absoluto de los respetos y grandes muestras de afecto. El elenco estaba compuesto por Remedios Amaya, José Menese, Jesús Méndez, Angelita Montoya y Francis Bonela al cante; El Remache y Pepa Montes al baile y Juan Diego, Antonio Carrión, Manuel Valencia, Ricardo Miño y Antonio Moya al toque.



En la primera parte, cada uno de los artistas gozó de protagonismo sobre el escenario. El conductor del festival, Manuel Curao, fue presentando con atino a cada uno de los flamencos antes de subir a las tablas.

Así pues, pasadas las 23:00 dio comienzo la velada con la sonanta de Ricardo Miño por rondeñas, a la que le siguieron unas seguiriyas con los cantes de Vicente Gelo y Sebastián Cruz. Cerró su intervención con unas bulerías haciendo alarde de técnica y compás. A Ricardo le siguió Francis Bonela escoltado por la sonanta utrerana de Antonio Moya y el compás del Yaya. Se puede calificar a Bonela Hijo como el mejor representante actual de la escuela malagueñera, y así lo certificó con sendos cantes de Chacón y La Trini rematados con cantes de Juan Breva y fandango de Cayetano. Se despidió con los aires trianeros de la soleá apolá.

Bonela hijo, Antonio Moya y el Yaya


Era el turno de uno de los cantaores del momento, una fuerza de la naturaleza, un portento dotado de afinación, eco, potencia, conocimiento y juventud. Con estos ingredientes y aderezado con dosis de pellizco, el jerezano Jesús Méndez, aúna todas las cualidades para convertirse en primera figura. Inmejorable la compaña de su paisano Manuel Valencia. Comenzaron con bulerías por soleá marca de la casa para enmarcar, deshojando estilos de Antonio La Peña, La Moreno y Frijones. Sublime. En la seguiriya rayó al mismo nivel. Desgarradora la guitarra de Manuel y desgarradores los cantes de Manuel Molina, Paco La Luz, El Marrurro o la cabal del Loco Mateo. Ya tenía al público en el bolsillo, y termino de camelárselos con unos fandangos, entonándose como lo hiciera su tía Francisca recordó a otro grande, Chocolate, terminando a viva voz y ovacionado por el publico.

Jesús Méndez y Manuel Valencia

 Con este buen sabor de boca Manuel Curao dio paso a la sevillana Angelita Montoya. La mujer hizo un esfuerzo por estar en el festival, ya que sus problemas de espaldas la obligaron a alquilar una furgoneta para poder venir tumbada. No pudo sentarse siquiera en la silla, pero supo transmitir todo su dolor a través de la soleá. Inmejorable compañero se buscó para acompañarla al toque, Antonio Carrión. Un binomio perfecto que se despidió del público a compás de bulerías entre lágrimas de dolor y satisfacción.

Angelita Montoya

Del dolor a la gracia y el duende del trinitario Remache. Artistas  por los cuatro costaos, bailó y cantó por bulerías con un gusto especial, como si lo hiciera por instinto. Cuando El Remache se recoge se detiene el tiempo, la piel se eriza y las caras de los aficionaos dibujan las más grandes de las sonrisas.

El Remache

Nuevamente un giro estilístico que nos lleva de la gracia a la seriedad del maestro de La Puebla. José Menese acompañado por Carrión cantó con sabiduría y buena voz, pero anduvo frío, sin llegar al respetable. Recreó guajiras, soleá, tientos y liviana con seguiriya.

José Menese y Antonio Carrión

Turno para el baile de la sevillana Pepa Montes. Acompañado por el cante de Vicente Gelo y Sebastián Cruz y el toque de su marido Ricardo Miño bailo verdiales con serrana además de la caña y el polo de Tobalo. Pepa es la elegancia y el porte personificado.

Pepa Montes y Ricardo Miño a la guitarra

Curao dio paso a la reina de la fiesta, la sevillana Remedios Amaya. La cantaora justifico de sobra este calificativo. Su voz gitana, su compás y su buen momento artístico la ayudaron para hacer las delicias del público. Su cante es electrificante, capaz de recorrer todo tu cuerpo con un solo quejío. Salió por aires de levante acompañada por la bajañí del jerezano Juan Diego, donde no dio lo que exigen estos cantes. Todo lo contrario cuando nos lleva a su terreno, el terreno del compás. Espectacular por jaleos extremeños y rozando la excelencia en los tangos con aires también extremeños y portugueses, con los que puso el punto y aparte a este primer tramo del festival.
Remedios Amaya y Juan Diego

CAFÉ DE CHINITAS

Bajo este título tuvo lugar la segunda parte del festival, que consistió en reunir a todo el plantel de artistas sobre el escenario, rememorando aquellos antiguos espectáculos de los cafés cantantes. Una más que acertada propuesta de Alfonso Queipo.

Todo el elenco sobre el escenario

Abrieron por tonas Méndez y Menese. Continuó Bonela hijo con abandolaos malagueños y lucentinos. Bulerías con acento malagueño del Remache a las que siguieron otras con sones jerezanos de Jesús. Alegrías con gracia y salero de Pepa. Y de nuevo aceleraron el ritmo para envolvernos con el compás buleaero de Remedios que sobre las 4:00 puso el culmen a una de las noches más flamencas del año.

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