lunes, 3 de junio de 2013

Fiesta flamenca en el Corralón de Santa Sofía


El pasado sábado, el barrio del Perchel se engalanaba para ofrecer uno de los espectáculos más representativos de la Málaga cantaora. Aprovechando la IX Semana de los Corralones, la Bienal de Málaga ofrecía el recital Flamencos del Perchel y La Trinidad en un marco idílico, el Corralón de Santa Sofía. Y más que un recital, lo que en la noche del sábado se promovió allí, fue una fiesta flamenca, una fiesta en la que todo el barrio participó, en la que se homenajeaba a un gran artista y vecino, Gabriel Campos Torres “El Tiriri”. Pero no sólo a este artista en concreto, sino a toda la pléyade de artistas que ha dado esta zona:  Cojo de málaga, El Piyayo, La Piruja, La Cañeta, La Tembleca, La Quica, El Carrete, La Repompa, La Pollita y muchos más.

"El Tiriri"

"El Tiriri" hablando:


             
El Perchel y La Trinidad, son junto con Triana y Santa María, los barrios con referencias flamencas más antiguas. Esto se siente a la hora de ver a sus artistas interpretar. La gitanería de aquí se ha criado bajo sones de guitarras; ecos de palmas y jaleos; cantes de risa y llanto; y bailes que esculpían toda esta amalgama de música. Para ellos, el flamenco es más que una profesión o una afición, es su forma de vida, su cultura y su idiosincrasia.

Corralón de Santa Sofía. Foto: Pepe Portillo

Anoche se reunieron en el escenario además de algunos percheleros y trinitarios, otros de la Cruz Verde, barrio céntrico con una más reciente tradición flamenca. El plantel de artistas lo componían: Luisa Muñoz, Rocío Santiago y José Soleá al cante; El Remache y Pepito Vargas al baile y al cante; Juani Santiago, Fran Vinuesa y Andrés "El Bombero" al toque; Luisa Chicano al baile; y Kiko al compás. Algunos de estos artistas son de los que sólo necesitan un tercio o un desplante para salvar la noche, para dejar al aficionado saciado y con un sentimiento de satisfacción.

Elenco artístico

La noche deparó alguno de estos momentos de inspiración. Luisa Muñoz pellizcó con su eco gitanísimo en los tangos y las bulerías. Su cante por soleá fue sobrecogedor. Una cantaora muy a tener en cuenta y un talento a pulir. Rocío Santiago es una joven cantaora en formación, pero con un eco muy personal. Dejó unas bulerías sin micro que agradó mucho a los presentes. Se apagaron las luces para recibir la desgarradora seguiriya del hijo de María y sobrino de Fernando, José Soleá. Hizo realidad la paradoja  “duele y gusta”. El Tío Tiriri también quiso participar en su propio homenaje y dejo unos cantes por bulerías y un fandango. Huelga decir que las guitarras de Fran y Juani estuvieron a la altura del recital.

José Soleá

José Soleá por Seguiriya:

   
Luisa Muñoz

Luisa Muñoz por bulerías recordando a Tía Encarna (Quisiera amarte menos):


  

Rocío Santiago

"El  Tiriri" por fandango
Luisa Chicano bailó gitano, como siempre, un baile racial pero dotado de buena técnica y sobre todo de gran expresividad. No necesita edulcorantes para conectar con el aficionao. Posiblemente esté pasando por los mejores momentos de su carrera artística. Sublime por alegrías y soleá.

Luisa Chicano

Sin duda, los mejores instantes de la noche, los brindaron los buques insignias del barrio, los viejos, los patriarcas de los cantes y bailes del Perchel y La Trinidad. Pepito Vargas, un artista de los pies a la cabeza, bailó y cantó, y aunque falto ya de facultades, hizo vibrar y emocionarse a los vecinos, amigos y aficionaos que acudieron al corralón. Es la elegancia en estado puro. Con el Remache llegó la revolución, volvió loco a todos. En sus movimientos y desplantes está encriptado todo el misterio del flamenco. La complejidad de lo simple elevada al más alto grado, así se podría calificar su arte sin adornos.

Pepito Vargas. Foto: Pepe Portillo
El Remache 
Entre el público, y situada en las primeras filas, había una vecina del barrio que se hacía notar más ningún otro asistente. Animaba el cotarro, era la primera en aplaudir a los artistas y decir los “ole” a tiempo. Tanto fue así, que dicha vecina se vino arriba, sí, pero del escenario. Una vez arriba y ante la excitación del público dijo: “¿ustedes creéis que yo me voy a ir de mi barrio sin cantar?”. Y es que La Cañeta es de esas artistas que entregan su arte cuando están a gusto , cuando están con su gente y sin esperar nada a cambio, tan sólo el cariño y admiración de propios y extraños. Fue sin duda la traca final para despedir una juerga memorable en un contexto geográfico inmejorable.

Despedida de los artistas. Foto: Pepe Portillo

La Cañeta. Fin de fiesta:



Si hay que poner un pero a este evento, se lo pondría al aficionao en general, que no llenó el corralón, ya este era un espectáculo para colgar el "no hay billetes". En especial eché en falta una mayor presencia de la peña Juan Breva, y más tratándose de un homenaje al "Tiriri". De momento, en lo que va de bienal, la afición malagueña sigue suspensa...

4 comentarios:

  1. Es una pena, que la afición, no llenará este precioso marco malagueño del Corralón de Santa Sofía. Porque desde luego, el amplio cartel de GRANDES ARTISTAS MALAGUEÑOS, lo merecía. Como tu bien dices amigo Rufo, tenía que haberse colgado el cartel de "no hay billetes". Ese homenaje tan merecido tanto a ese buen artista, como ha sido y es, EL TIRIRI, de Málaga, y ese GRAN ELENCO, de grandes artistas, anteriormente nombrados, se merecen todo esto. Por su gran aportación a la bella tierra de Málaga, con su arte flamenco, por todos los rincones. Desde aqui te mando MI ENHORABUENA Y FELICITACION por esta crónica, y porque a buen seguro, disfrutarías A LO GRANDE, en esa buena fiesta flamenca. Te mando desde aqui un abrazo grande y flamenco.

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  2. Gracias Alberto. De todas formas la entrada fue buena dentro de lo que cabe, aunque claro, no se cuantas de esas entradas eran invitaciones. En fin, esperemos responder mejor a lo que queda de bienal.

    Un abrazo genio!!

    Gracias por comentar.

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  3. Gracias por el reportaje Rufo, el Tiriri de lujo, la Cañeta me deja sin palabras.
    No es por nada pero barrio antiguo en cuestiones flamencas La Viña. Las referencias más antiguas nos llevan siempre a ese sur infinito de Andalucía. Un abrazo

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  4. La verdad es que he tirado de mis referencias. Pero seguramente me haya dejado más barrios, y por supuesto que La Viña es uno de ellos, y más si tu así lo corroboras que de verdad sí has indagado en esa prensa histórica, yo sólo le he echado un somero vistazo.

    Me alegra tenerte por aquí y que además te haya gustado la crónica.

    Un abrazo.

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