domingo, 10 de febrero de 2013

Perico el Pañero, un genio de otra época


La primera vez que me hablaron de Perico lo hicieron con esta sentencia: “hay un  chaval en Algeciras que es Manuel Torre”. Y en ese momento, pensé que los aficionaos a veces somos muy exagerados con las comparaciones. Pero lo cierto, es que no andaba desencaminada aquella frase.


Perico en la Peña de Cante Grande de Algeciras. Foto: Archivo de la peña.


Pedro Lérida López, conocido artísticamente por Perico el Pañero, es un cantaor gitano nacido en Algeciras 22 de Octubre de 1974. Nace en el seno de una familia ligada al cante. Su apodo le viene por su abuelo que vendía paños, de ahí pasa a su padre José Lérida Cortés “el Pañero” y de ahí a la siguiente generación. Sin duda, el cante le viene de familia, especialmente por su línea paterna. Su padre cantaba muy bien, pero no le gustaba ser artista. Su abuelo paterno, José Lérida Cruz fue un grandísimo aficionao, así lo constatan los que lo conocieron, como Sordera o Paco Valdepeñas. Cantaba y bailaba, y fue intimo amigo de los grandes del cante, ya que dedicó gran parte de su vida a estar con ellos (Antonio Mairena, Juan Talega, Tomás Pavón, Juanito Mojama…). Su abuela María Cortés Cortés cantaba por seguiriyas de una forma magistral, con una pureza exquisita. La madre de ésta, y por tanto su bisabuela conocida como La Pichanta, fue una cantaora muy admirada por Enrique El Mellizo. Su bisabuelo Bartolomé Cortés "Tío Bartolera" dicen que fue un genio del cante, pero se prodigaba poco por su carácter introvertido. Cuentan que una vez coincidió con Manuel Torre en una fiesta, y éste se quedo maravillado con su cante por seguiriyas. Tío Bartolera pasó a la historia por cantar por seguiriya cuando agonizaba en su camino hacia la muerte. Y padre de este último fue Juan José Cortés Molina “El Negrito”. Su legendaria fragua se encontraba en la conocida calle algecireña Buen Aire, donde se le podia oir sus remotas tonás y su cante por siguiriya en los que era un verdadero portento. Impartió fiestas de cabales junto a Los Cantorales, Tío Bernardo, Tío Juanillo entre otros de su tiempo.

Con estos antecedentes familiares, y con la influencia de aquellos gitanos viejos del Campo de Gibraltar, es normal que su cante fluya por los cauces que emanan de los manantiales más puros.

Con tan solo 38 años, es un gran conocedor de los cantes. A los que dota de un exquisito sabor añejo. Se trata de un cantaor de otra época, que sin duda hemos tenido la suerte de que naciera en la nuestra para poder disfrutar de su arte sin artificios. Perico es capaz de transmitir todo el sufrimiento que se esconde en cada tercio; el sufrimiento legado de sus antepasados.

Su eco gitanísimo, su voz clara, su musicalidad y su gran oído, lo dotan de unas cualidades excepcionales para abordar cualquier palo. Pero sin duda donde más a gusto (o a disgusto) se encuentra es en la seguiriya, donde consigue revivir a genios como Tomás, Manuel, Pastora, Mojama o Mairena, pero siempre con su inconfundible personalidad. Su seguiriya es una máquina del tiempo, capaz de transportarte a aquellos ambientes íntimos de los cuartos de cabales. Los que han gozado de su cante en persona (tanto artistas, como aficionaos), aseguran que es sobrecogedor, de irresistible llanto.

Perico y Jesus Agarrado en la Peña Los Cernícalos. seguiriyas:


Estas Seguiriyas son excepcionales. La primera que hace, es una versión de la atribuída a Manuel Molina (A clavito y canela) que hiciéra Tomás Pavón, se aleja un poco por tanto de la versión personal que de este cante hiciera Manuel Torre (más cortita, pero mas hiriente). En la segunda copla si evoca al Niño de Jerez (La camisa de mi cuerpo), dotándola de una gran expresividad, como hiciera aquel, pero con su sello propio. En tercer lugar de una letra que cantara Tomás Pavón (Apregonao me tienes) por el estilo atribuido a Joaquín Lacherna, la mete en el estilo corto de Tío José de Paula. Sublime. En cuarto lugar, hace un cante atribuido a Tomás el Nitri (El día que en capilla), legado por Antonio Mairena. Y por último hace un cante de cierre corto.


En la soleá vuelve a hacer otra autentica obra de arte. Desgranando estilos y formas (Mellizo, Serneta, Juaniquí, Apolás...) con una pureza sobrecogedora. Recuerda a Juan Talega en los cantes alcalarreños de iniciación, aunque su musicalidad, y su perfección vocal lo hacen más próximo a otra de sus influencias, Tomas Pavón. Es una delicia escuchar a Perico por Solea.


Perico en una reunión en Algeciras.

Otro de los cantes en los que te transporta a primeros años del siglo XX, es en los tangos paraos o tientos del Mellizo. Recordando al genio de Jerez, a Pastora, a Rafael el Tuerto, y como no a su padre; pero con su eco inconfundible, cantando pa dentro, con el estómago. Cantando gitano.

Perico Pañero y Rubén Lara. Tientos del Mellizo y Rafael El Tuerto: 


El compás, es otro de los condimentos que pone Perico a la hora de cantar. Y no sólo a la hora de cantar, ya que su baile es majestuoso, de los que transmiten con dos movimientos. Sólo hace falta verlo cantando y bailando por bulerías con sus casi dos metros de altura. Evoca sones de Jerez, Cádiz, Lebrija y Utrera. Arte en estado puro.

Todo lo que expongo aquí no deja de ser la opinión de un simple enamorado del cante. Eso sí, apoyada por otros tantos aficionaos, estudiosos y artistas que han descrito el arte de Perico como algo excepcional, diferente a todo lo demás. Por supuesto, habrá otras opiniones acerca del cante de este genio, pero esta es la mía.

La pena es que no podamos disfrutar de Perico todo lo que nos gustaría, ya que debido a un problema de garganta se prodiga poco. Ha recurrido a la medicina tradicional China, que hasta el momento es la que mejores resultados le ha dado. Estoy seguro que pronto estará repuesto para el goce de los que amamos el flamenco.


Lo cierto es que no he podido escucharlo todo lo que me hubiera gustado, pero me aventuro a decir que "estamos ante un cantaor de otra época, y a su vez, el mejor de la nuestra".


lunes, 4 de febrero de 2013

Delia, Andrés...y la inspiración


El cartel de la berza que organizaba la Peña Juan Breva en el mes de Febrero, hacía presagiar que íbamos a pasar una tarde muy flamenca. Pero las expectativas se quedaron cortas, ya que los que presenciamos el espectáculo que nos brindaron Delia Membrive, Andrés Lozano y Antonio Soto salimos del mismo sabiendo que habíamos vivido una de esas tardes mágicas, en la que los duendes revolotean por el escenario.

Comenzó Delia, una joven malagueña, que en mi opinión si hubiera nacido en Cádiz, Sevilla o Huelva (por poner algunos ejemplos) estaríamos hablando de una cantaora bastante más conocida y más valorada de lo que está.

Acompañada por la magistral guitarra de Antonio Soto arrancó por Soleá, cante que no pude ver ni oir, ya que llegue un pelín tarde. Una pena, porque es de los palos donde mejor se desenvuelve esta cantaora.


Delia Membrive y Antonio Soto


Siguió por Tientos y Tangos, cantes que hizo dulces y dolientes, con ecos de Pastora, Camarón y como no, la Repompa.

Quiso aventurarse en un terreno desconocido para mí, y es que no la había escuchado cantar palos ad libitum , exceptuando los Fandangos naturales. Acordándose de Chacón, hizo una Granaína (aunque en la interpretación se reflejan las formas de José), que si bien no sea el cante que mejor se ajusta a su voz, supo pelear cada tercio para darle un regusto muy flamenco. Continuó con una Malagueña de Chacón (en tono de Granaína) que se las pelaba también por su dificultad, pero la sacó adelante para rematarlas con unas flamenquísimas Jaberas que a más de uno nos puso la piel de gallina.


Delia


Pa Cai quiso llevarnos Delia con su cante por Alegrías, en el que estuvo arropada por el compás del Yaya. Para ser sincero, este cante lo disfruto más cuando lo interpreta un gaditano, pero Delia supo echarle esa pizca de sal que requieren estos aires. Lo que no me terminó de gustar fue que hicieran las Alegrías para bailar.

Quiso cerrar su actuación Delia por Bulerías, cante con el que nos mostró el grandísimo compás que lleva dentro esta cantaora, además de sonar muy flamenca. Los aficionaos estaban disfrutando de lo lindo con el buen hacer de Delia, que evocó sones de la Remedios, Bernarda o Camarón; este último muy presente en todo su cante. Jugando con el compás a su antojo metió unos Fandangos a ritmo de Bulerías de escándalo, y aquí, como no, se acordó del más grande por este palo: Antonio Alvarez Rosales.

Una gran despedida la que nos ofreció esta joven cantaora. Desde aquí invito a todos los aficionaos a que la escuchen, y los que se dedican a organizar eventos que la contraten, su cante no tiene desperdicio. Aquí les dejo un cante (Bulerías por Soleá) recogido en otra actuación suya:

    


El encargado de ponerle el broche de oro a la tarde del sábado fue Andrés Lozano. El manilveño es de esos cantaores imprevisibles, pero cuando está inspirado y a gusto, es capaz de transmitir lo más profundo del cante.

Con esa voz desgastá a la par que dulce, le sobra para ejecutar cualquier cante, dotándolos de una expresividad al alcance de muy pocos cantaores.


Andrés Lozano

Acompañado también por la sonanta de Antonio Soto, salió por Tarantos y Taranta, y ya desde el primer momento sabíamos que estábamos ante una gran tarde. Se acordó de Tío Antonio el Chocolate y José Cepero, pero siempre con su rajo personalísimo.

Homenajeando a su tierra continuó por Malagueñas, cante en el que hiere en cada tercio, en una lucha constante con éste, y del que Andrés supo salir vencedor. Nos interpretó la versión que de Enrique el Mellizo hiciera Manolo Caracol con el piano de Arturo Pavón. Siguió con otra del maestro Don Antonio Chacón, y las remató con un Cante de Juan Breva.

Con un claro sabor gaditano nos deleitó con unos geniales Tientos, a los que aportó mucha personalidad. No los cantó, los dijo como si de poesía se tratase, y todo esto sumado a la gran expresión corporal que le impidió siquiera mantenerse sentado. Los cerró con un par de coplas por Tangos demostrando no estar nada corto de compás.  


Sin duda, estábamos viviendo un momento mágico. Se empezaban a ver a los duendecillos hacer acto de presencia en el escenario. Tanto artistas como aficionaos estaban agusto, se respiraba un ambiente de receptividad por parte del público, que empujó a Andrés a tirarse al abismo del cante y “apuñalarnos” con su Seguiriya. Su cante corto se ajusta perfectamente a las formas santiagueras, y adaptando la letra de la Alboreá (En un verde prado tendí mi pañuelo) al cante de Paco la Luz nos dio la estocada definitiva. Inspiración. A este cante le siguieron uno atribuido a Curro Durse y un remate atribuido a Silverio.

La inspiración de los genios. Seguiriya


Seguiriyas de Andrés y Antonio:


Cambió de aires Andrés, y haciendo más distendida la grandísima actuación con la que nos estaba obsequiando, no cantó un Mirabrás con un gusto exquisito que remachó con su pregón característico.

Por si no habiamos tenido suficiente con su desgarradora Seguiriya, quiso hacernos daño de nuevo, y con una flamenquísima guitarra acompañando su hiriente cante, nos hizo unos Fandangos con el que alguno soltó más de una lágrima. Salió por Caracol, y cerro por Manuel Torre con un emotivo abrazo con Tío Tiriri, que jaleó su cante.

Con todo el público encandilado, cerró su actuación con una buena ración de Bulerías, que dejó a los aficionaos más que satisfechos. Tanto fue así, que los artistas que asistieron a su cante, quisieron regalarle un fin de fiesta a la altura de como había discurrido la tarde. El cante del Chato, el baile del gran Pepito Vargas, y el compás de Yaya, Kiko y el propio Andrés para ponerle la guindilla a un pastel más que flamenco.




Fin de fiesta con El Chato y  Pepito Vargas


Desde aquí, mando mi agradecimiento a la Peña Juan Breva por la organización de este espéctaculo.





viernes, 11 de enero de 2013

"El barítono Miret creó un tipo de jabegote insuperable"

Después de un periodo apartado del blog, por falta de tiempo principalmente, vuelvo con una curiosidad que he encontrado echando un vistazo a las hemerotecas digitales.


Jábega en el rebalaje


De nuevo, "en la busqueda del jabegote perdido" (y no es que tenga nada especial con este cante) encontré esta pequeña crónica del sainete "Cascabeles"(1929), en la que según nos cuentan, Jaime Miret creó un tipo de jabegote insuperable. ¿A que se refiere con jabegote desde este punto de vista musical? Yo desde luego, no tengo la menor idea, pero atando cabos con mi otra entrada acerca del cante de jabegotes, me da que pensar que pudiera tratarse de algún aire popular español. Espero que algún experto pueda aportar algo a esta entrada.


Diario La Voz 21/10/1929

Al poco de escribir esta entrada, recibí esta otra noticia de esta obra por parte del Sr. Olivo, donde deja claro que el "jabegote" es el personaje al que representaba Miret.


sábado, 8 de diciembre de 2012

Llegó la Navidad a la Peña Juan Breva



Zambomba de Ferando Moreno. El Tolo haciendo Bulerías.



Lo cierto es que no tenia pensado cubrir esta actuación, ni siquiera ir. No soy mucho de Zambombas, pero después de comerme unos buenos boquerones malagueños en un buen chiringuito del Palo, con mejor compañía, recordé que hoy venía Fernando Moreno con su gente a la Berza flamenca que organiza mi peña una vez al més,  y me dije: "esho un vistacito rápido y najo pa casa".

Al llegar me pedí un buen Rioja y baje al colmao. Cual fue mi alegría, que entre los artistas estaban dos de los cantaores que más me gustan en la actualidad: Juanillorro y El Tolo. Viendo que al final iba a perder la tarde de trabajo, me volví a decir: "cuando cante El Tolo me najo". Ya podéis adivinar cuando canto...

Esta Zambomba es ya habitual en la Peña Juan Breva, y es que hacen disfrutar a los aficionaos, y de verdad. Hicieron una primera parte, donde predominaron los Villancicos a compás de Bulerías, Tangos, y Tanguillos. Disfrutaron tanto el público como los artistas sobre el tablao.

Continuaron los artistas, pero esta vez individualmente y coreados por sus compañeros. Juanito Lara canto una canción con una poesía que hizo saltarme las lágrimas. Juanillorro hizo unas Bulerías que volvieron loco al público. El Tolo cantó tambien una Canción-Bulería de su puño y letra, mas gitana que to las cosas. Y una graciosa Taila, para no desentonar siguió por Bulerías. Cerraron esta parte con el Villancico del Gloria, bonito y pegadizo donde los haya.

Para no desmerecer a su tierra, hicieron un fin de fiesta por Bulerías donde estuvieron todos pasaos de flamencura. Fue un verdadero disfrute. Juan Lara, Juanillorro, El Tolo y Taila fueron los dueños del compás. Juanillorro es puro arte sobre el escenario, con ecos que recuerdan a Tío Gregorio; El Tolo representa los soníos negros y rancios; y a ambos les une el sentido del ritmo y el cante de la Plazuela.

No me canso de decir, tanto aquí, como a algunos peñistas y directivos, que a estos cantaores hay que darles una Berza para ellos solos. Son grandes artistas y hay que apostar por esto. No hay que encasillarlos en la Bulería por ser de Jerez. Son cantaores largos, y con buen gusto. 

He perdido una tarde de trabajo, pero ha merecido la pena. ¡VIVA JEREZ!

jueves, 6 de diciembre de 2012

Antonio Mairena en 1969



Esto decía Antonio Mairena el 17 de Enero de 1969:





Andaba bastante desencaminado, ya que, estos dos discos que anunciaba como sus últimas grabaciones, salieron a la venta en 1970, pero hasta su muerte grabó unos 6 discos más, si no me equivoco.

Vemos, que cuando se le pregunta por los jóvenes cantaores, hace una gran alabanza hacia ellos, augurándoles un buen futuro y asumiendo que hay buena materia prima, pero dejando claro que entre ellos no hay ningún genio. Esto es algo que se repite a lo largo de la historia del flamenco. Para estos maestros ya consagrados, los genios pertenecen a tiempos pasados.

Esto dejó impresionado un jovencísimo José Monje Cruz ese mismo año en un disco de Sabicas:




Una verdadera joya de Fandando. Estas formas que hace aqui Camarón siempre se han atribuido a Juan el de la Vara, pero yo opino (quizás me equivoque) que lleva más infuencia de Antonio el Rubio, que del catalán.

Pueden opinar...


lunes, 3 de diciembre de 2012

Antonio Reyes: Miel en Colmenar


¿Quién dice que los domingos son aburridos?  Y menos aun con un evento flamenco de categoría. Desde hace ya 23 años, la Peña flamenca el Canario de Colmenar organiza una fiesta llamada: Cata de Vino Mosto. Dado la entidad organizadora del evento, estaba claro que no podía faltar el cante.

Fachada de la Peña. Foto por cortesia del aficionao cordobés Alberto Membrillera.

Los primeros en subir al escenario fueron los catadores (que no cantaores). Mientras tanto, empezamos a regar nuestros cuerpos con unas cervecitas. Una vez terminada la cata, comenzó el festín de comida. No faltaron abundantes platos de jamón, queso, y como no, vino de la comarca. Para terminar de saciarnos antes del espectáculo, sirvieron ollas de callos para dar y tomar.

Una vez comidos y bebidos, era el momento de dar paso al arte. Para comenzar, y acompañada por la sonanta de Antonio Higuero la Kuki, una joven colmenareña, que siendo sinceros, no fue de mi agrado, aunque respeto a todo aquel que sube a un escenario. Salio por Malagueña del Niño de Vélez y las remató con un Jabegote. Continuó por Granaínas y cerro su actuación con unos Fandangos donde recordó a Vallejo.

Llegó el momento más esperado por los aficionaos. Y es que Antonio Reyes se subía al escenario.

Conducido magníficamente por Antonio Higuero, tiró para su tierra y nos regaló unas Alegrías para abrir boca. Las dotó de un sabor exquisito, que en mi opinión sólo saben darle los gaditanos (que me perdonen los demás).


Antonio Reyes y Antonio Higuero en Colmenar. Foto: Alberto Membrillera.


La solemne Soleá hacia acto de presencia en la voz de Antonio, demostrando un amplio conocimiento en este cante, así como un buen dominio de su garganta para modular los altos y bajos que exige este palo. Joaquín el de la Paula, El Mellizo, Frijones, La Serneta; todos ellos estuvieron presentes en su cante. Pese a su juventud, Antonio imparte magisterio por estos aires.

Era la hora de darle un poco de compás a la tarde, y lo hizo en forma de Tangos. Pasándolos por su tamiz personal, se fue a Graná, y como no, recordó a uno de sus referentes, el de la Isla, que en dos días hubiera cumplido 62 años. Para rematar este cante hizo un Fandango con una salida impresionante, recordando a Cepero en los primeros tercios, aunque claro, no lo termino por éste. Como la poesía de este Fandango es de las que más me gusta, os la dejo aquí. Y el que la quiera escuchar en otra de las formas fandangueras más bonitas, que escuche a Antonio El Rubio.

Momento antes de morir
Mi mare a mi me llamaba
Momentito antes de morir
A su vera me acerque
Mi anciana quiso a mi hablarme
Con esa pena se fue

Antonio volvió a ennegrecer el ambiente con su Seguiriya, sin duda, uno de los cantes con los que más disfruto del chiclanero. Estábamos de suerte, porque además el otro Antonio, Higuero,  estuvo bastante inspirado con sus manos. Aparte de cualidades, el de Chiclana demostró serios conocimientos. Empezó con una Seguiriya trianera (Sr. Cagancho) que recordó a Tomás, continuó por esos cantes de Jerez, cortitos, más dichos que cantados (Paco La Luz), y cerro con otro cante atribuido a un jerezano, que nos legara Tía Anica, el cante de Juanichi el Manijero. Sublime.

Aqui teneis las Seguiriyas que hizo:


Afinación, buen gusto y compás. Con estas cualidades, y con el público entregado, las Bulerías que nos hizo Antonio supieron a gloria. De nuevo el eco de José, y no sólo de él, también se acordó de otra de sus predilecciones, Manolo Caracol.

Para terminar, canto una tanda de Fandangos, clavando al de la Calzá y a Caracol, un broche de oro para una gran tarde de Domingo.

Desde este cuadernillo, felicito a la Peña flamenca el Canario de Colmenar por programar este espectáculo, donde no falto de ná, y por supuesto fue totalmente gratuito. Pocas peñas pueden presumir de dar buena comida y bebida, traer a grandes artistas, y encima por la patilla. Como todo no es de color de rosa, eche bastante en falta, el respeto que se merecen los artistas cuando están sobre el escenario, ya que en todo momento hubo un gran murmullo, y demasiadas cotorras.

Doy las gracias tambien a los artistas. Sin duda, Antonio fue miel en Colmenar.

Hasta el año que viene.




sábado, 1 de diciembre de 2012

Una noche con Cancanilla


La noche se presentaba tranquila en la Peña Juan Breva, parecía que el frío había hecho mella en los aficionaos. Éramos pocos, pero pasamos un rato agradable escuchando al Patillas acompañado por Rubén Lara.

Normalmente después del cante, siempre se arrejuntan algunos artistas y aficionaos para echar un ratito  hasta que Paco (el de la llave) mande. Pero ayer, la peña estaba desértica. Paco, más contento que unas pascuas por no tener que trasnochar un viernes, nos puso la última copita. Cuando estábamos a punto de cerrar el chiringo, empezaron a aporrear la puerta, y detrás de la misma asomaba Cancanilla, que acababa de llegar a Málaga para partir al día siguiente a la Puebla de Cazalla, donde daba un recital.

La noche se ponía interesante (excepto para Paco), Sebastián tenía ganas de hacerse unos cantecitos. Después de su pertinente lomo en manteca, nos bajamos a pasar una velada más que flamenca. El Canca es de esos cantaores con una calidad artística enorme, y además, la derrocha allá donde va. Hay otros que sólo abren la boca a cambio de parné.

Comenzó cantando por Soleá, seguido por Rubén a la sonanta, y a ambos les acompañaba la inspiración. Continuó por Seguiriyas donde alcanzaron momentos de genialidad, que llegó a su cota máxima con el cante de cierre del Fillo (Mataste a mi hermano).

Sebastián Heredia "Cancanilla de Málaga" y Rubén Lara,  en la Peña Juan Breva


Sebastián siguió deleitándonos con muchas perlas. Recordó a su madre en unos cantecitos por Soleá; nos hizo unos Tangos rumberos de su cosecha; cantó unas Sevillanas más flamencas que to las cosas; nos hirió con su forma de decir los Fandangos, y esas letras tan bonitas; nos animó por Bulerías, donde mete a Tomás y a Manuel por Seguiriyas sin salirse de la métrica, y como no, se marcó esas pataítas tan suyas, para mandarnos a dormir con un gran sabor de boca.

-Os dejo una pincelaita de estos dos artistas en la presentación del XLI Festival de Cante de Casabermeja haciendo Bulerías por Soleá: 



Toda esta noche flamenca, estuvo además aderezada con una buena ración de anécdotas e historias para morirse de la risa, y es que sin duda, Cancanilla además de gran persona, es un artista en todos los "sentíos".

Desde este cuaderno de notas, doy las gracias a Sebastián y a Rubén por la noche que nos brindaron ayer.